En lo futbolístico Almagro y Gimnasia lejos estuvieron de lo que prometían tras sus respectivas goleadas de semifinales. Así brindaron un pobre espectáculo, pero lo compensaron con la entrega y las ganas de brindarse por su equipo.
El nerviosismo hizo el juego impreciso, de dientes apretados y con miedo al error, sin brillo. En ese panorama fueron pocas las oportunidades que se presentaron para que el cero se rompiera.
En el primer tiempo Gimnasia tuvo un cabezazo de López tras un córner, que Germanier sacó volando arriba y un remate de Rodríguez desde la media luna que nuevamente hizo esforzar al uno. Por su parte Almagro puso únicamente una vez mano a mano a Padilla con Olivera, y el arquero tapo en gran forma. Poco para la mitad del partido.
En el segundo tiempo la cosa no cambió. Las pocas situaciones llegaron para el Lobo tras quedarse su rival con diez por la expulsión de Tomé, por doble amarilla. A falta de quince se la sacaron de la línea a López, todo Gimnasia pidió mano y penal, y cinco después Rodríguez volvió a quedar solo frente a Germanier y remató mal, afuera. Todo se encaminó a los penales.
La definición
La serie de penales fue ciento por ciento efectiva para Almagro, 5 de 5, Monzón, Gómez, Saavedra, Leonel Burguello y Padilla. En Gimnasia anotaron Cardozo, Rodríguez, Lazza y Benítez. Germanier, con sus pies, le detuvo el segundo penal de la serie a Leonel López. Esa mínima diferencia bastó para que el Aurinegro de la vuelta, cerrando la serie 5 a 4.
El goleador
Gabriel Padilla, el delantero convirtió el quinto penal y se desató el festejo en Los Olivos. Jugadores y público dentro del campo de juego para celebrar el octavo título de Almagro en el fútbol local. El goleador cerró un torneo fabuloso, además de ser campeón con su equipo, fue el máximo artillero del certamen con 15 anotaciones.
