La doctora informó que el pequeño está estable "se cura con antibióticos comunes, afortunadamente no se necesitan antibióticos especiales". Además adelantó que se tendría que recorrer la zona, chequear perros de la zona (ya que son portadores) y desratizar la zona.
Destacó que este es el cuarto caso del año en la ciudad "afortunadamente no hubieron pérdidas".
El caso
Según trascendió el cuadro febril fue detectado tempranamente, se confirmó el hecho desde Salud y posteriormente desde el área correspondiente trabajaron en el posterior bloqueo sanitario en la zona, realizando la profilaxis a la familia, con el objetivo de evitar posibles contagios.
Habría circulado que el niño fue contagiado de leptospirosis en el barrio del CIC, pero las autoridades no lo confirmaron, por "protección del Hábeas Data del paciente", aunque confirmaron que reside en dicha zona.
En esta línea, un agente sanitario confirmó que fue contagiado de leptospirosis, "una enfermedad producida por el contacto con la orina de roedores, perros, caballos, vacas y otros mamíferos, sobre todo en zonas inundadas o anegadas".
La leptospirosis
La enfermedad es una zoonosis transmitida principalmente a través de la orina de cerdos, ratas e incluso perros y si bien es un proceso que se puede controlar, de complicarse el cuadro, puede derivar en la muerte.
Por su parte el agente sostuvo que "en la mayoría de los casos la evolución es benigna", y recomendó consultar al médico para recibir tratamiento adecuado.
La enfermedad usualmente ocurre más o menos siete días después del contacto, pero puede ocurrir en corto tiempo como dos días o en treinta. Los síntomas iniciales incluyen: fiebre, dolor de cabeza y escalofríos, dolor muscular, náuseas y pérdida de apetito y se trata con antibióticos.
