Existen sobradas sospechas acerca de los lazos entre el control privado de las maquinitas tragamonedas, el financiamiento de la política y los negocios compartidos entre empresarios y funcionarios. La vía del juego parece ideal para blanquear capitales y desviar fondos, y Entre Ríos se ha convertido en un modelo a seguir.
No es casual que FOPEA acabe de becar a un equipo de investigación que integra quien escribe para que Entre Ríos sea el lugar de inicio de una investigación sobre el vínculo entre el financiamiento de la política y el juego. Entre Ríos es, nada menos, la meca legal para estas maniobras. Las tierras de Urquiza representan un terreno fértil y fecundo para que estos negocios prosperen sin obstáculos y hasta con incentivos oficiales. Así sucede desde que el Gobierno de Sergio Urribarri sancionó en 2009 la denominada Ley de Turismo, una norma que disfrazaba justamente la alfombra roja que el Gobierno entrerriano le extendía a esos intereses. Hoy, los grupos más concentrados avanzan con sus inversiones turísticas como pantalla para tomar el control absoluto del juego en manos privadas.
Llegan los zares del juego
Liderados por el grupo Boldt de un lado, y Cristóbal López del otro, no hubo que esperar mucho para que Entre Ríos comenzara a recorrer el camino destinado a transformarse en "Las Vegas" de la Argentina. Es que la ley Nº 9.946 dispone en el artículo 3º que aquellos proyectos que sean declarados de interés turístico podrán contar con salas de juego en manos privadas. Una puerta abierta que ya tenía a Daniel Mautone esperando para montar la millonaria inversión que significó la apertura del Casino Victoria, la primera iniciativa que marcó el desembarco de este negocio en la provincia. Detrás suyo aparecieron rápidamente otros empresarios como Jorge Aníbal Pérez (Canal 9) que, en sociedad con empresarios como Miguel Marizza, también proyectan inversiones turísticas en Entre Ríos a los fines de ganar terreno en el control privado del juego y abrir nuevas salas de maquinitas tragamonedas que aseguren el enorme flujo de recursos que representa.
El plan fue sin dudas premeditado: a pesar de la férrea resistencia de ATE (gremio de los estatales) y toda la oposición política que denunciaba la maniobra, Sergio Urribarri avanzó a paso firme en la sanción de la normativa que disfrazó la privatización del juego bajo el manto de una supuesta Ley de turismo. Inmediatamente después, apareció el primer inversor con un proyecto listo y a medida de la nueva legislación. Se trata de Daniel Mautone (empresario ligado a la figura de Marcelo Tinelli, el conductor de TV y ex socio de Cristóbal López en Ideas del Sur) que tenía proyectado un Hotel 5 estrellas y una gigantesca sala de juegos que ha crecido sin parar desde aquel año 2010. Unos pocos meses antes de iniciar las obras, el entonces gobernador Urribarri firmó el Decreto Nº 3.921 por el cual declaró "de interés turístico provincial el proyecto integral del emprendimiento turístico de Casino Victoria SA en la ciudad de Victoria", según recordó el sitio Entre Ríos Ahora. Es que la denominada Ley de turismo dispone que "La declaración de interés turístico provincial de los proyectos integrales de emprendimientos turísticos deberá hacerse por decreto del Poder Ejecutivo fundamentándose en la incidencia económica, la que deberá consistir en: a) emprendimientos de Hotelería de 4 y 5 estrellas; b) centros de convenciones para no menos de 600 personas; c) ferias, congresos, exposiciones, parques recreativos, temáticos y otros emprendimientos turísticos que demanden una inversión económica total similar a los emprendimientos señalados en los puntos a) y b) del presente artículo".
Pero el cuestionado artículo 3º también dispone, a renglón seguido, que "en aquellos emprendimientos turísticos declarados de interés provincial podrán prestarse servicios de salas de juegos recreativos de azar y /o casinos".
El Juego en Concepción
No pasaron ni 6 meses para que otra iniciativa del mismo orden cobrara forma en Concepción del Uruguay, donde el grupo Entretenimientos de la Costa, el nombre de fantasía de la sociedad entre Jorge Aníbal Perez (Canal 9) y Miguel Marizza (Caballi construcciones) tomara una forma muy similar. Bajo el mote de "Mega-proyecto turístico integral", los empresarios proponían construir una Terminal de ómnibus nueva para la ciudad, y a cambio montar una sala de maquinitas tragamonedas totalmente privada en las instalaciones del viejo Mercado Municipal en plena peatonal de La Histórica. El proyecto fue presentado con toda la pompa por el propio Sergio Urribarri junto al entonces Intendente Marcelo Bisogni (actual diputado provincial FpV), quienes trajeron a los empresarios de la mano para presentarlos en un show artístico que incluyó la conducción de José María Listorti, confirmando el vínculo con los mismos financistas que representa Mautone, con los que creó el majestuoso Casino Victoria. Todo estaba encaminado, el contrato firmado, el proyecto declarado nuevamente de Interés turístico provincial. Pero un grupo de vecinos y artesanos, junto a las denuncias periodísticas que iniciamos por aquellos días, terminaron en una cruzada popular que incluyó la resistencia al desalojo del Mercado donde Marizza-Pérez pretendían instalar las maquinitas.
Tras seis años de lucha, el proyecto está a punto de quedar trunco. Sin embargo, en una pelea ya perdida, Marizza y Pérez ya disponen de parte del capital accionario de la firma NewGame que controla las 146 maquinitas tragamonedas en el Casino de Concepción del Uruguay, con una facturación de $4.500.000 por mes, según confesó en Radio Franca el actual gerente del Casino. Y van por más?
La alfombra roja
Fue esta obscena práctica de lazos estrechos entre el control del juego y el financiamiento de la política la que promovió el intento por derogar la cláusula 3º de la Ley de turismo, que abre la puerta a la privatización. El intento inicial provino del legislador de Concepción del Uruguay, José Antonio Artusi (UCR-Cambiemos) que veía la desfachatez con la que montaban mega-inversiones turísticas que funcionaban como pantallas para tomar el control privado del juego, un negocio millonario que además carece de controles eficientes.
A tal punto "se hicieron los deberes" en Entre Ríos que el mismo Urribarri derogó el Decreto Nº 6.516/04 que limitaba "la forma indirecta de ejecución de la explotación y administración del juego" sólo al caso de contrataciones de máquinas tragamonedas en el marco de proyectos integrales de emprendimientos turísticos. Es decir, con aquella medida Urribarri también abría la puerta para que los empresarios del juego tomaran el control de los denominados "juegos de paño".
El punto final que anunció el Intendente Lauritto para sepultar definitivamente la idea del "mega-proyecto turístico" de Pérez-Marizza viene de la mano de una mayor participación en el control del juego por parte de los empresarios. Los términos del acuerdo que se cocina en Paraná en triangulaciones entre el Intendente uruguayense, el Gobernador Bordet y los empresarios tendrá como resultado una salida que deja contentos a todas las partes. Lauritto se saca de encima un proyecto impopular y con fuerte rechazo social, y el grupo empresario se queda con el negocio para el que realmente armó esta aventura: tomar control del juego en Concepción del Uruguay.
Investigar el control del Juego en Entre Ríos
En las últimas semanas, el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) dio a conocer los ganadores de la Beca de Investigación que pretende financiar a periodistas que quieran investigar el crimen organizado. La selección recayó en el periodista uruguayense Adrián Pino, quien junto a dos periodistas de Córdoba, Ricardo Huertley y Cristian Pérez, habían propuesto avanzar en la vinculación de los lazos existentes entre el financiamiento de la política y los empresarios que controlan el juego.
El caso entrerriano que Pino describe en este informe será el punto de partida para una investigación que pretende echar luz sobre los estrechos lazos que permitan explicar las razones por las que Entre Ríos parece haberse convertido en el paraíso para los empresarios del juego.
El periodista uruguayense ya había sido premiado a finales de 2015 por Fopea a raíz de su investigación sobre las irregularidades en la construcción de la faraónica Isla del Puerto en Concepción del Uruguay.
