Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
En el juicio que terminó con la condena del represor José Darío Mazzaferri se logró reconstruir con nombres y funciones cómo estaba estructurada la patota de la Policía Federal de Concepción del Uruguay durante la última dictadura. Una decena de policías podrían ser imputados a partir de las denuncias que impulsan los abogados de las víctimas. La condena al represor José Darío Mazzaferri abrió un panorama que permitiría extender la cadena de responsabilidades a los otros integrantes de la patota de la Policía Federal de Concepción del Uruguay durante la última dictadura cívico-militar.

Mazzaferri era el jefe de la denominada "oficina técnica", el área de inteligencia de la delegación. Desde esa área era quien comandaba los procedimientos de secuestros de personas, conducía los interrogatorios, aplicaba la picana eléctrica sobre los detenidos y adiestraba a los otros integrantes de la patota sobre cómo hacerlo.

Por eso el Tribunal Oral Federal de Paraná lo condenó a 20 años de prisión y del juicio surgieron otras investigaciones posibles, que los representantes de las víctimas plantearán en los tribunales federales.

El tribunal en la sentencia no hizo mención al pedido para que se abran otras causas contra Mazzaferri y el resto de los integrantes del esquema represivo por su posible participación en la detención ilegal de dos personas que se encuentran desaparecidas. Sin embargo, el abogado Marcelo Boeykens adelantó que presentarán las denuncias respectivas. La historia comenzó a desandarse a partir de la denuncia presentada por un docente en 2006, cuando Mazzaferri era un influyente comisario general de la Policía Federal. Aquella presentación identificaba a un tal "Masaferro" como integrante de la patota que en julio de 1976, durante el receso escolar de invierno, secuestró y torturó a estudiantes secundarios y militantes populares en Concepción del Uruguay.

Las terribles historias de privaciones ilegales de libertad, vejaciones, feroces atrocidades y monstruosas torturas se ventilaron en 2012, en el juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar en Concepción del Uruguay, Gualeguaychú y Concordia, que terminó como dos integrantes de esa fuerza, Francisco Crescenzo y Julio César Rodríguez, condenados.
Fuente: El Diario - APF Digital

Enviá tu comentario