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Un análisis de Página Política indica que el massismo entrerriano se empezó a desmoronar antes que se inicie la gestión de Gustavo Bordet. Adrián Fuertes, antes del ballotage, pidió el voto por Daniel Scioli. Luego fue nombrado como ministro de Turismo. Días después, Jorge Busti volvió a sentarse en una sala del Poder Ejecutivo. En la foto se lo vio junto al gobernador y al ministro de Gobierno, Mauro Urribarri. Se puede tomar esa escena como el puntapié del proceso de unidad en el PJ. El Frente Renovador respiraba bajo el lema de "oposición crítica" y, mientras todo eso pasaba, el gobierno nacional le soplaba algunos dirigentes con el reparto de algunos cargos. Juan Maya, ex candidato a intendente en Gualeguaychú, se desempeña en una de las sedes que el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación tiene en Entre Ríos. Marta Charadía, ex candidata a senadora en la lista renovadora, quedó a cargo del PAMI Concordia.

Busti y Fuertes, que terminaron mal y no se habían llevado bien durante la campaña en la que ambos constituyeron el binomio que encabezó la lista provincial, estarían casi en la misma vereda. El ex gobernador, con su Frente Entrerriano Federal (FEF), está dispuesto a competir o negociar en el seno de un mercado peronista. El ex intendente de Villaguay es funcionario. Su esposa y sucesora, Claudia Monjo, participa de las reuniones de intendentes justicialistas y el senador por Villaguay, Mario Torres, pasó a las filas del Frente para la Victoria desde el primer día.

Los Martínez Garbino y Luis Leissa, enrolados en el Frente Renovador, se han mostrado muy críticos a la herencia de Sergio Urribarri, no se hablan con Busti y se llevan bien con referentes de Cambiemos. Nada nuevo, la eterna tercera y difusa posición que no tiene otro objetivo que Gualeguaychú.

Del massismo en Entre Ríos quedan cuatro diputados provinciales. Gustavo Zavallo, Daniel Koch, Mariela Tassitro y Alejandro Bahler. En la sesión de la Cámara de Diputados en la que se rechazó la acusación a Claudia Mizawak, los dos primeros votaron con el oficialismo; la segunda (espada legislativa de los Martínez Garbino, denunciantes de la presidenta del Superior Tribunal de Justicia) faltó a la sesión y Bahler votó en contra de los intereses del oficialismo. Estaría faltando un conductor para aunar criterios.
Fuente: La Prensa Federal

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