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Sergio Urribarri recibió, casi como una bendición, el llamado de Raúl Barrandeguy, un prestigioso abogado con una trayectoria limpia en su paso por la política, que le ofreció acompañarlo desde el aspecto legal en este difícil momento del exgobernador.

En su carácter de abogado, pero conocedor de los rincones de la arena política y mediática, conversó en extenso con Radio Franca para dejar una serie de definiciones sobre los cruces de las causas judiciales que acucian a Urribarri y el "linchamiento mediático" del que es víctima según su defensor. Aquí, una entrevista con definiciones contundentes acerca de la situación judicial del exgobernador.

Adrián Pino: - No me animé a presentarlo como el abogado de Urribarri porque todavía no teníamos la confirmación?

Barrandeguy: - Es parcialmente cierto, soy uno de los abogados de Urribarri, que junto con el Dr. Pérez vamos a trabajar en la causa por enriquecimiento ilícito que se está desarrollando en la fiscalía de la doctora Yedro. Hay que señalar que todavía no ha iniciado formalmente la causa. La fiscalía se encuentra en un momento previo que el delito requiere, que es establecer el patrimonio del diputado y ex gobernador para, posteriormente, si corresponde intimarlo a que justifique su patrimonio.

Ahí es cuando se produce la intimación oficial para justificar un enriquecimiento patrimonial y comienza a configurarse la atribución delictiva, porque no es delito enriquecerse. Delito es no demostrar después de la intimación que el enriquecimiento es lícito.

- ¿Cómo tomó la determinación de defender a Urribarri?

Por motivos y por razones que no tienen nada que ver con el ejercicio profesional, me he contactado con el gobernador y me he puesto a su disposición si me necesitaba.

- ¿Va a trabajar en conjunto con Rodríguez Allende (el abogado que hasta ahora defendía a Urribarri)?
Con respecto al trabajo que realizaba o va a realizar el doctor Rodríguez Allende, entiendo que va a quedar trabajando en otras causas.

- Hay quienes señalan que un funcionario no puede ejercer al mismo tiempo como abogado defensor, ¿qué reflexión le merece el tema?

En términos genéricos no hay ninguna incompatibilidad para desempeñarse en la función pública y ejercer como abogado. Hay algunas funciones públicas que pueden resultar incompatibles, por ejemplo si yo soy Fiscal del Estado, o sea el abogado de la provincia de Entre Ríos, no podría desarrollar causas como abogado contra el Estado. Pero en el caso de ser Presidente de un Ente público, de un banco, de una empresa de energía, no hay incompatibilidad.

- Se le atribuye incompatibilidad horaria por ejemplo?

No tengo opinión formada sobre eso. Yo creo que el Gobernador tiene todo el derecho del mundo a elegir a los colaboradores que necesite para que él pueda desarrollar su acción de gobierno. Esto es legitimo, es respetable, lo que sí me parece –en realidad nos parece a todos los abogados del foro provincial– es que el hecho de defender a una persona imputada de un delito, cualquiera que sea, el hecho no hace transitar la descalificación moral y social que el delito apareja al abogado defensor.

Dicho de otra manera, no es condición de honorabilidad defender inocentes. El hecho que sea abogado defensor implica que voy a abogar por mis defendidos hasta el momento de la sentencia que dirá si es o no inocente. Y esto ha sido así desde el principio de los tiempos.

- Volviendo a la posición que lo tiene como abogado de Urribarri, ¿ya ha tenido un diálogo profundo con el ex gobernador para poder ejercer su defensa?

El dialogo es permanente. Cuando se trata de la defensa de casos de este tipo, tiene que hacerse un lugar muy claro a la comunicación con el defensor para que el defensor sepa, por lo menos desde el comienzo, de qué se trata, de qué se lo puede acusar y cuál es la manera de enfrentar los cargos. Ye hemos conversado esto (con Urribarri) y vamos a seguir conversando hasta que la causa quede en la situación que el fiscal pueda comprobar si hay un enriquecimiento apreciable y si ese enriquecimiento no parece sostenido por el volumen de los ingresos de Urribarri, como para tener que intimarlo a que justifique su incremento patrimonial.

- ¿Ha considerado la posibilidad de que el hecho de ser el abogado del ex gobernador pueda afectar su trayectoria o su imagen?

Yo he defendido personas que fueron condenadas por homicidio calificado: el prestigio o desprestigio del abogado no tiene que ver con el prestigio o desprestigio de los clientes, no es una cosa que se debe considerar. Naturalmente, uno tiene algún tipo de convicciones que lo llevan a retacear su apoyo o a darlo con toda el alma de acuerdo a la simpatía o antipatía que individualmente una causa le provoque. Particularmente yo no podría defender a una persona imputada por abuso infantil. Y no podría, no porque esa persona no merezca que yo la defienda, sino que no tendría íntimamente las fuerzas necesarias para pelear por su caso.

Pero son cosas que no tienen nada que ver: se viven mezclando las cosas. Una cosa es la responsabilidad ciudadana: si uno ve que hay un funcionario público que ha incurrido en algún delito, está en su derecho a denunciarlo y los funcionarios no tienen porqué enojarse y aceptar ser investigados.

Otra cosa es lo judicial: usted tiene que ser juzgado por alguien imparcial, por un tercero, no por quien lo denuncia, por su enemigo, por su adversario. Esto es el soporte de la civilización occidental, es una consigna obligatoria. Confundir los roles y que la persona que lo denuncia sea la que lo investiga y sea quien lo condene y valore sus pruebas, me parece que más que hacer justicia, deteriora el estado de derecho.

- ¿Siente que eso es lo que está pasando con el ex gobernador Urribarri?

No solamente pasa con el ex gobernador, está pasando con la ex presidenta de la Nación. El tema de la corrupción y el castigo de la corrupción es sencillo de percibirlo si uno transparenta los fines que persigue. No está mal que usted y yo disputemos electoralmente, no está mal que usted diga en una tribuna "a Barrandeguy no hay que votarlo porque defendió a Urribarri", eso no está mal. Pero lo que está mal es que usted me juzgue, me condene, maneje la prensa, me descalifique, me desacredite, produzca lo que está pasando en los medios que es un linchamiento mediático, esto es lo que está mal.

Entonces Urribarri tiene toda la obligación del mundo de poner todos sus números a disposición de los doctores Pagliotto, Mulet y de todos los entrerrianos que así lo requieran. Pero no puede ser que Urribarri esté sometido a descalificaciones groseras, propias de enemigos y adversarios que puedan venir bajo la cubierta de la crítica ciudadana. El funcionamiento que nosotros esperamos de esta democracia es lo que yo decía antes: que los que defendamos a Urribarri vayamos por acá, los que acusan por allá, lo que comentan la noticia por el otro lado, por lo menos en lo que tiene que ver en los delitos de la administración pública.

- ¿Considera que los allanamientos que ha tomado la Fiscalía anticipan la intimación para que Urribarri justifique su patrimonio?

Yo le diría que no, porque esas medidas procesales se han dado en otras causas donde Urribarri no ha sido imputado. Podría haber algún tipo de relación igualmente. Si usted entra en un lugar y encuentra una persona muerta cuando estaba buscando un documento de identidad, tendrá que replantearse su investigación. Pero en este caso puntual, son empresas que se han allanado con todo el consentimiento de los dueños. Yo no pertenezco a esa causa, se han allanado domicilios, se han secuestrado documentos, archivos, discos rígidos y lo estarán analizando los fiscales con la participación de los defensores: el doctor Bartorelli, el doctor Cullen, Rodríguez Allende, coordinaremos con ellos las conclusiones que en este tipo de situaciones se puedan sacar. Pero en la causa de enriquecimiento ilícito hasta este momento no tiene nada que ver.

- ¿Existe la posibilidad cierta que se unifiquen esas causas?

Me parece que hay una imposibilidad, porque procesalmente es muy difícil compatibilizar los dos trámites. Porque nosotros estamos con el tema de Urribarri con un proceso que todavía es pre-procesal y en el otro estamos con actividades procesales y con decretos de apertura de investigación. Es como si dos trenes van de Concepción del Uruguay a Buenos Aires y uno sale a las 4 de la mañana y el otro a las 6 de la tarde. Podría ser que por allí en algún lugar se encuentren, pero no es así por el momento.

- Se dice que la investigación por enriquecimiento ilícito involucra a toda la familia Urribarri? ¿Eso es legalmente posible?

No, existe es la posibilidad cierta de investigar a personas interpuestas que pueden ser familiares, pueden ser amigos, conocidos, empleados, es decir una gama de posibilidades es muy amplia. Yo supongo que en este caso, habrá que prever que algún bien a nombre de un hijo o algún bien de algún pariente muy cercano podría ser atraído a esta causa de la justificación patrimonial y el requerimiento a justificarlo.

- En las causas de enriquecimiento ilícito, es el denunciado quien debe probar cómo adquirió su patrimonio.

Pasa que aquí se plantea una situación de colisión de fines constitucionales porque al fin constitucional debe garantizar la transparencia de los actos de gobierno mediante la vigilancia de los funcionarios, usted le contrapone otro fin constitucional de asegurar que en ningún proceso alguien declare en su contra. Entonces exigirle que pruebe a un funcionario público su inocencia, corre el riesgo de atentar contra esa garantía constitucional.
Pero yo digo que no cuesta nada probarlo. Yo creo que el que tiene las chances de probarlo, que es el funcionario requerido, debe hacerlo, porque esta no es una obligación que contrajo como individuo sino que es una obligación que contrajo como representante de la voluntad popular.

- Adelantándonos a lo que pase en la causa, ¿cree que es posible probar el origen del patrimonio de Urribarri?

Yo no me quiero anticipar, pero puedo decir que las cosas que he escuchado y he visto son absolutamente sólidas. No me quiero anticipar, estas valoraciones las tiene que hacer el fiscal, la justicia en cualquiera de sus expresiones, tribunales y fiscales, ministerio publico pero yo he visto y las explicaciones y la información que he recabado son bastante sólidas.

- ¿Le preocupa que este "linchamiento mediático" repercuta en la imagen pública de Urribarri?

No es mi función valorar este tipo de cosas, será cuestión de Urribarri. Pero como yo tengo un frente amplio en la política me siento tentado a contestarle. Es una disputa, nos guste o no nos guste: recibir una condena judicial por haberse enriquecido en forma indebida, así sea en $1, descalifica cualquier proyección política de esa persona.
Fuente: Radio Franca

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