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"Hola a todos! Hoy dejé mi hogar para retomar la ruta y completar la segunda etapa por Sudamérica de esta aventura a Alaska. Estoy en Bahía Blanca, ciudad situada al sur de la Provincia de Buenos Aires, en la puerta norte de la Patagonia. No se lo pierdan, la aventura continua!", anunciaba a inicios de abril Gabriel Olivieri, un argentino que desafía a la naturaleza y las distancias en una aventura que pretende unir Ushuaia con Alaska en un viaje en moto.

"El viaje como experiencia de vida"


En una breve escala en Concepción del Uruguay, El Entre Ríos conversó con este joven aventurero que inició este desafío para unir los dos extremos de América. Sencillo, atlético y con una Honda 250 cc cargada de objetos necesarios para la supervivencia, Gabriel Olivieri ha tomado el desafío de unir las dos puntas del continente a través de un viaje que se inició a comienzos de este año pero que terminará recién en abril o mayo del año próximo.

La aventura es tan desafiante como enriquecedora y Gabriel no duda en asegurar que "el viaje debe ser tomado como una forma de conocimiento que no tiene comparación con ningún otro aprendizaje. Lo que te enseña el hecho de viajar no se aprende en ningún colegio, escuela o universidad", cuenta en la charla que fluye naturalmente, como ocurre con aquellos que han acumulado vivencias a pesar de sus cortos 32 años.
Este viaje no es el primero ni probablemente el último para Gabriel, y ese contacto con las culturas, las viviencias y las personas que se ha cruzado en el camino en estos años le permiten asegurar que "América es una tierra pacífica, donde no hay guerras y eso lo hace una tierra ideal para viajar". Con esta travesía en moto, Gabriel intenta mostrar que los viajes son una herramienta fundamental "para salir de nuestra zona de confort y mirar las cosas en perspectiva". El contacto con otras realidades "nos permite tomar real dimensión de la riqueza cultural que tiene América" y eso la hace una zona fértil para animarse a transitarla sin mucha red de contención.

"Una América solidaria"


La experiencia de viajes anteriores, en los que Gabriel ya ha unido los EEUU con Argentina, le han permitido conectarse con habitantes de diferentes países del continente que le han tendido una mano en momentos de dificultad. "La gente es muy generosa y a diferencia de lo que muestra la televisión y los medios, aquellos países que se dicen peligrosos suelen ser en general donde aparecen los gestos más generosos", reflexiona.

Es que Gabriel estudió Comunicación en la UBA y en TEA, "pero me decepcionó el mundo de los medios y por eso nunca ejercí la profesión", cuenta. Su mirada de la realidad del continente está lejos de estar teñida por el prisma de los medios de comunicación, a tal punto que "en general no miro televisión". En su análisis de la realidad, este aventurero relata que aquellas culturas que "suelen ser señaladas como las más `peligrosas´ por los medios de comunicación, como el caso de México o Colombia, en verdad son comunidades con gente muy generosa y cálida que te hace sentir muy cómodo".

Una mochila llena de esperanzas


Con poco equipaje, como el que puede trasladarse en una moto, Gabriel asegura que encara este viaje con todo lo que se necesita para sobrevivir en contacto con la naturaleza. "Llevo una carpa, una bolsa de dormir, una cocinita, las herramientas para arreglar la moto, abrigo y hasta una parrilla", cuenta mientras invita a visitar su página de Facebook que exhibe con orgullo a "la tordilla", como ha bautizado a su moto Honda 250 cc que lo acompaña en esta travesía.

Gabriel se crió en el campo, en las afueras de Bahía Blanca en un pueblito llamado Mayor Buratovich, donde reside cuando no anda de viaje. "Al criarme en el campo, la caza y la pesca son actividades habituales para mi, y me gusta mucho estar en contacto con la naturaleza". Por eso el recorrido promete atravesar parte del Amazonas, donde "espero vivir de la caza y de la pesca por algunos días y estar en contacto con muchos `bichos´ que no conozco", asegura.

El viaje experimenta esta combinación de contactos con la naturaleza y la civilización: "cada tanto es necesario poder dormir en una cama cómoda, con una ducha caliente, pero no tengo problema en armar la carpa y dormir en cualquier lugar que sea necesario". Amante de los deportes extremos, Gabriel reconoce que se somete a atravesar lugares que tal vez puedan ser considerados "peligrosos" para otros viajeros, pero en esa adrenalina de la experiencia extrema se funda este viaje profundo al corazón de América.

El resultado de la aventura, necesario: una mayor conciencia sobre la realidad social que afronta cada rincón del continente, una mejor conexión con las culturas e idiosincrasias que nutren el territorio y, en definitiva, una mirada más comprensiva del mundo que tanta falta nos hace en estos tiempos que corren.

Seguir la travesía por Facebook


"En un rato entre 9 y 10 estaremos charlando de América Extrema, la aventura de animarnos a salir de nuestro círculo de confort con los recursos disponibles, y la importancia de viajar como proceso educativo y de conocimiento, en Radio Franca de Concepción del Uruguay". De ese modo Gabriel Olivieri anuncia cada una de sus paradas en los pueblos y ciudades que lo cobijan en esta travesía que pretende conectar los dos extremos del continente, entre Ushuaia y Alaska.

Pueden seguir toda la aventura en la página de Facebook "América Extrema".

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